martes, 23 de noviembre de 2010

Pamplona. Mayo de 2011 será una "batalla campal"

Las próximas elecciones municipales en Pamplona se producirán en un marco político totalmente novedoso para el electorado pamplonés. Y no, exclusivamente, por la crisis económica y el desgaste del gobierno socialista tras seis años en el poder y el efecto que esto pueda tener en las elecciones municipales. En Navarra, en los últimos tiempos han sucedido muchas cosas desde la creación (y disolución parcial) de frentes electorales nacionalistas, hasta la fractura del centro derecha, pasando por la pérdida de votantes de CDN dejando a este partido a las puertas de la desaparición. Los votantes pamploneses se encontrarán con un panorama novedoso y bastante diferente del de las anteriores elecciones que, en este caso, estarán caracterizadas por la gran fractura de la oferta electoral.

La presencia de nuevas formaciones, o antiguas formaciones que concurren por separado esta vez, promete caldear el ambiente de las elecciones. La batalla por el espacio electoral en un panorama en el que existen numerosas formaciones ideológicamente similares entre sí va a convertir la campaña en una conquista votante a votante en un intento de protagonizar el espacio político ideológicamente afín.

La ruptura del centro derecha

El electorado del centro derecha en Navarra va a ser el más desconcertado en las próximas elecciones. Desde que se firmará el pacto entre UPN y el PP, en 1991, las dos formaciones han concurrido conjuntamente a las elecciones con las siglas de la marca regionalista. Ya antes ambos partidos se habían presentado en candidatura única de manera puntual obteniendo la alcaldía de la ciudad por primera vez en 1987 manteniéndola hasta el día de hoy con la salvedad de la legislatura de 1991-1995. Y es precisamente en este ámbito donde se ha desarrollado la carrera política del personaje más brillante del regionalismo actual, Yolanda Barcina, ahora presidenta de la formación y futura candidata a presidir la región.

El hueco que dejará la que ha sido alcaldesa los últimos diez años es un reto para los dos partidos. Lo es para UPN que tendrá que encontrar en sus filas un candidato que sea capaz de empatizar lo suficiente con el electorado de manera que se supla el tirón electoral de Barcina. La formación regionalista no ha anunciado todavía quién será el candidato y debería hacerlo cuanto antes si quiere tener garantías de repetir anteriores éxitos. José Iribas y Javier Marcotegui suenan entre las quinielas oficiosas. Aunque en el caso de Iribas, teniente de alcalde con Barcina, es posible que sea llamado para el gobierno regional.

Por otro lado, el PPN aspira a entrar con fuerza en el consistorio pamplonés. Para ello tendrá que encontrar un candidato que le permita obtener el mayor espacio político posible. Para la candidatura a la región han optado por el ex consejero de salud (1996-2003) y combativo político Santiago Cervera. En Pamplona deberá optar, también, por una figura de relumbrón que frene la inercia del voto de centro derecha y que tenga tirón suficiente para arrastrar el voto blando de UPN.

Lo más probable en este caso es que UPN, con la pérdida de voto derivada al PPN, pierda su hegemonía y sus resultados sean similares a los de NaBai (Nafarroa Bai). El regionalismo se vería obligado, dependiendo de los resultados, o a pactar con el PPN o a buscar una alianza con los socialistas navarros que aleje de la alcaldía al nacionalismo vasco en Navarra. La reedición del pacto de centro-derecha, en este caso circunstancial, podría jugar en contra del PPN que a cambio de obtener un gran éxito perdería la posibilidad de diferenciarse como marca política en la ciudad.

El reto socialista

El socialismo navarro intenta azuzar la bandera del cambio haciendo hincapié en lo oportuno de un cambio de signo en una alcaldía que viste los mismos colores desde hace 23 años con tan sólo una legislatura en manos de otra fuerza política (1995-1999). El elegido para lograr recuperar la ciudad para el socialismo ha sido Juan Moscoso. Las previsiones más halagüeñas les dan el quinto escaño que perdieron en las elecciones de 2007, aunque también hay encuestas que apuntan a la pérdida de un representante en el Ayuntamiento sufriendo la caída de voto socialista a nivel municipal.

La voluntad de los socialistas será la de erigirse en la llave para la gobernabilidad negociando con NaBai o con UPN. Si lo hacen con la fuerza nacionalista perderán parte del voto blando que ya vio con temor, y discrepancia, esta posibilidad en las últimas elecciones regionales. Lo más factible para el socialismo sería o bien un pacto de gobierno estable en la ciudad, entrando en las concejalías, o bien acceder a un gobierno en minoría de UPN con pactos puntuales intentando así desgastar a los regionalistas y alejando al PPN del Consistorio.

Deriva y fuerza del nacionalismo vasco

Nafarroa Bai es una coalición de fuerzas nacionalistas vascas en Navarra que ha proporcionado los mejores resultados a esta opción en la historia de la democracia en Navarra. NaBai ha logrado situarse como segunda fuerza en el Ayuntamiento. Las previsiones apuntan hacia una consolidación de su posición.

Sin embargo, la vida de la coalición, pese al claro éxito electoral, no es ni mucho menos pacífica. Constantes disputas por parcelas de poder en la cúpula y amenazas de defección por parte de alguna de las fuerzas integrantes se han convertido en su publicidad habitual. De hecho, ya se ha producido una y el grupo progresista Batzarre ha decidido su salida por lo que no concurrirá con NaBai en las próximas elecciones. Habrá que ver como afecta esta defección electoral.

Pero la formación tiene todavía otro problema de gravedad. La izquierda abertzale ha tendido la mano a Aralar y a EA (Eusko Alkartasuna) para, en caso de legalización, conformar un bloque nacionalista de cambio que deje fuera al PNV. Probablemente se trate de un intento de los abertzales para desestabilizar una formación que ocupa su espacio político y cuya disolución, o monopolio, le reportaría interesantes beneficios. EA se ha mostrado en varias ocasiones dispuesta a entablar un diálogo con la izquierda abertzale pero su voluntad de quedarse en NaBai puede pesar más en el caso navarro.

Estos elementos determinarán los resultados electorales de la coalición y podrían dejar la puerta abierta a un pacto de izquierda con PSN.

Batzarre o el bote salvavidas de Izquierda Unida

Las perspectivas de Izquierda Unida no son muy positivas desde que se quedara sin representación en las elecciones de 2007. Los sondeos realizados para las elecciones del próximo año apuntan a que el progresismo va a repetir estos pésimos resultados logrando 1 escaño como techo pero con la posibilidad de quedarse nuevamente sin representación. Sin embargo, la defección de Batzarre trae nuevas esperanzas a IU que ha movido rápidamente ficha para entrar en conversaciones de cara a una posible candidatura conjunta que resultará beneficiosa para los dos partidos que, muy posiblemente, por separado no tengan ninguna posibilidad.

La agonía de CDN

CDN (Convergencia de Demócratas de Navarra) nació como una escisión de UPN en 1995 año en el que se situó como segunda fuerza en Pamplona y que con los apoyos de PSN e IU le proporcionó la alcaldía. Sin embargo, el declive electoral ha ido en aumento hasta quedar sin representación en las elecciones de 2007. Algunas voces apuntan a que el partido podría, incluso, desaparecer ante la ausencia de votantes, e integrarse en el PPN. El partido parece abocado a desaparecer ya que a la desaparición en Pamplona se unen las previsiones de la pérdida de sus dos escaños en el Parlamento Foral.

La batalla está servida! Sectores ideológicos fracturados, coaliciones con problemas internos, posibles frentes nuevos, partidos que desaparecen…Todo hace presagiar unas elecciones muy emocionantes en Pamplona en las que el color del próximo alcalde no está nada claro. Mucha suerte!

Carlos Goñi Apesteguia (@carlosgoni) para Intelligence Compass

4 comentarios:

  1. La verdad es que si que va a estar interesante... con este panorama...

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  2. Creo Sr Goñi que al anunciar la desparicion de CDN se preciopita. Ciertamente no son los mejores momentos para ese partido, pero creo que en el hay gente muy valiosa y que podría aportar en la escena politica foral,como por otra parte ha venido haciendo, moderación, juicio crítico y la sensatez de los que no viven en la autocomplacencia obtusa del poder. Deje que seamos los ciudadnos quienes decidamos.

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  3. Muchas gracias por el comentario. De todos modos, sin menospreciar a ningún partido (menos a CDN), la realidad en estos momentos es la que es. Los ciudadanos decidirán pero habrá que ver si llega al corte para poder tener representación.

    Un saludo!!

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