lunes, 18 de octubre de 2010

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David Plouffe, el director de la campaña que tuvo un aliado cualificado para lograrlo: internet. Diseñó una campaña amparada en el carisma de su líder, valor seguro donde los haya, pero enfocada a la red porque sabía que su carismático líder triunfaría entre los internautas. Se cuidaron hasta los mínimos detalles. Las redes sociales sirvieron para recaudar fondos, para mostrar una imagen más cercana de Obama, para hacer frente a las críticas de los partidarios o representantes del partido republicano: una auténtica movilización ciudadana, inédita hasta el momento. Muchos fueron los voluntarios que se animaron a participar en la campaña a favor del líder del partido demócrata, todos ellos espoleados por quienes les advertían en su Twitter o en su facebook que su colaboración podía contribuir a la historia de su país. Rahaf Harfoush, una colaboradora especial, explica que lo que, realmente, aprendió de esta experiencia es lo que reseña al final de su libro “Yes We Did. Cómo construimos la marca Obama a través de las redes sociales “, sus palabras textuales son: “No obstante, lo más importante es que, por primera vez en mucho tiempo, tengo motivos para sentirme esperanzada y creo que la gente puede cambiar los sistemas políticos existentes y elegir a líderes honrados y sinceros”.

Intelligence Compass ha publicado un estudio en el que sostiene que la ola Obama no llegará a España. El oleaje de esta marea no llegará porque el agua ha perdido su fuerza. El público americano, votante como nosotros, creen en los líderes políticos y saben que en su mano está el futuro de su país, su grado de implicación es elevadamente significativo. En nuestro país la percepción cambia, el político no se ve tan cercano, la imagen que tiene está muy deteriorada, quizá haya contribuido a ello los escándalos y la corrupción urbanística. No es posible ese proceso de identificación con el líder político, quizá somos más críticos que los norteamericanos, quizá no exculpamos los errores, la realidad es que pocos son los internautas que están dispuestos a mostrar su apoyo abiertamente al líder político, robando parte de su tiempo a otras dedicaciones para invertirlo en el apoyo al líder. No sé si es imaginable que en nuestro país los ciudadanos de a pie, gente sencilla y corriente, preocupada por lo cotidiano de la vida personal, sea capaz de sentarse delante de un ordenador para, voluntariamente, comprometerse a llamar por teléfono para pedir el voto, o twittear con sus amigos acerca de las bondades del líder de su partido político.

El éxito de la campaña online de Obama para recaudar fondos se centró en la oportunidad que la red brindaba para mostrar la necesidad histórica de colaborar con un proyecto en el que cabían todos los americanos que amaran a su país. Las técnicas de motivación fueron variadas: quienes aportaban fondos, después enviaban un correo electrónico explicando por qué querían participar o un vídeo en el que declaraban la satisfacción que sentían por aportar su ayuda a un proyecto común. El One to one, el boca a boca, gente normal de la calle que expresa, sin temor, sus opiniones, que se sincera en la red y que no duda en mostrar su entusiasmo, son parámetros que la última campaña de EEUU nos ha dejado. ¿Sería repetible esto en un país como el nuestro? Parece que de momento habrá que esperar, como revela el estudio de Intelligence Compass. ¿Acaso es que en Norteamérica les interesa más la política que aquí o es un problema de credibilidad en la política y en los políticos? No sé hasta qué punto seríamos capaces de rascarnos el bolsillo para donar dinero a una campaña de un político.

En este contexto de romper diques para que la ola Obama pueda llegar a España nace Epolitter, una mascota azul cuya misión es conectar a los ciudadanos y a los políticos a base de tweets. Es una herramienta que permitirá conocer en tiempo real lo que los principales partidos políticos de nuestro país, tanto nacionales como autonómicos, publican en sus Twitter. Incluso lo que los líderes políticos más destacados quieren que sus seguidores conozcan. Epolitter se reactualiza cada minuto, permitiendo al usuario estar informado puntualmente de lo que han dicho nuestro políticos o de lo que los partidos políticos tienen previsto organizar. La utilización de esta herramienta es sencilla: basta con seguir el flow de tweets.



Epolitter no sólo servirá a los ciudadanos. También permitirá que asesores, gabinetes de comunicación y periodistas puedan, sin dedicar tiempo excesivo, visualizar en una misma interfaz lo que los políticos opinan o afirman. Huelga decir que esto supondrá que los políticos deberán prestar más atención a lo que digan, cuidar, en mayor medida, sus declaraciones porque en tiempo real, cualquiera podrá comparar y analizar lo que afirme su partido y lo que otros digan. Así, esta herramienta contribuirá a un mayor acercamiento de los políticos a la calle, que se bajen del estrado y se den cuenta de qué es lo que opina la gente normal de la calle, que son los que depositan su confianza en unos u en otros. Y, dentro de no mucho, será posible que la ola Obama cruce el Atlántico de un extremo a otro y haga de los procesos electorales en España una realidad mucho más dinámica, en la que los ciudadanos tengan mucho que decir.

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