El debate tan esperado, el cara a cara, se retransmite a partir de las 22.00 horas desde el Palacio de Congresos de Madrid. Muchas personas hablan de la oportunidad del debate. Cierto que es oportuno, pero teniendo en cuenta lo poco que se mueve el electorado por un debate, la oportunidad es más para Rubalcaba que para Rajoy.
Mariano Rajoy debe administrar su diferencia en los sondeos, la última (exagerada) del CIS, mientras Rubalcaba deberá arañar esos votos de los indecisos para mejorar su resultado electoral. La clave del debate son los miles de parados que lo seguirán desde sus casas.
Se tiene todo medido y preparado: los tiempos, la vestimenta, los saludos,... Desde que entren en escena, TODO será medido y analizado al detalle. No se les puede escapar ningún detalle pero, al contrario que en otros debates, lo que importa es el mensaje, el cómo llegar a los ciudadanos, a esos millones de parados que viven en un drama diario. Nos da igual si van con corbata roja, azul o verde. Si el traje les queda mejor o peor. Si mira mucho, poco o nada a los papeles. Lo que importa de verdad es lo que nos digan y cómo nos lo digan que es con lo que nos quedaremos los ciudadanos.
Rajoy irá de sencillo, con un tono amable, con propuestas, con medidas, con acciones y transmitiendo verdadera perocupación por la situación actual de España. Imagen institucional y de Presidente del Gobierno. Conciliador.
Rubalcaba achacará muchas cosas el PP de era de Aznar. Irá al ataque con esa envolvente que está acostumbrado a hacer. Será incisivo, agresivo. Meterá miedo a la derecha, con los recortes en sanidad, educación y asuntos sociales. Buscará la confrontación más directa a la que no debe entrar Rajoy si quiere seguir a lo suyo, "al tran tran".
Los mensajes debe tener claridad, fuerza, visión, posición y que transmita valores. Debe ser claro, convincete, conciso, consistente y buscando la conexión con los diferentes públicos a los que se lance. Repetición de ideas, repetición de mensajes que irán calando.
Los mensajes debe tener claridad, fuerza, visión, posición y que transmita valores. Debe ser claro, convincete, conciso, consistente y buscando la conexión con los diferentes públicos a los que se lance. Repetición de ideas, repetición de mensajes que irán calando.
Esta noche lo veremos. Pero una cosa está clara, estos debates, al igual que las campañas electorales, son para los indecisos y no para sacar pecho y alardear cual torero de un lider político. Las respuestas para los parados que son los que tienen el poder de cambiar este gobierno.
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