La noche electoral marca el comienzo de algo o el final de una época. A las semanas se conforma el nuevo gobierno y... muchas veces, olvidamos lo que queríamos hacer, los deseos que vendíamos a los ciudadanos, la ilusión, proyectos, bienestar,... porque analizamos lo que debían haber hecho los que ya se han ido.
Está muy extendida la falsa creencia de que cuanta más "mierda" saques del anterior equipo de gobierno mejor le va a uno mismo. En ciertos círculos de gente relacionada con la comunicación gubernamental es una práctica muy extendida. Y no por ello acertada.
Los vendedores de humo buscan golpes de efecto cuando realizan su trabajo. Al fin y al cabo, el humo es algo que, de por si no tiene nada de valor, pero cuando necesitan un nuevo contrato, un reconocimiento,... sacan esa varita mágita que agitan con fuerza y... voilá!! Golpe de efecto.
Estos vendedores de humo trabajan en son del efecto. Es aquí donde está más extendida la política del retrovisor. Si no tengo nada que ofrecer o no sé cómo ofrecerlo, trabajo porque todos miren atrás y mis carencias desaparecen de nuevo...voilá!! Golpe de efecto.
Pero llegan los problemas: incoherencias, contradicciones, ausencia de políticas activas, ... Si miramos hacia atrás no trabajamos por el futuro. Los ciudadanos votan y votan por un ideal de futuro, una aspiracionalidad, unas promesas, mayor bienestar,... NUNCA votan para que se mire lo que hizo el del partido contrario. Si estás ahí es porque ellos han querido. Ellos son ciudadanos que han confiado en ti con lo que deja de mirar hacia atrás y pon encima de la mesa aquello por lo que te han votado. Piensa en esa palabra tan manida en campañas electorales y en lo que significa. Hablamos de la CONFIANZA
Jesús Javier García deVicuña para Intelligence Compass
No hay comentarios:
Publicar un comentario